Robots e Inteligencia Artificial

Artículos28 de julio de 2025
IA y robótica: un nuevo horizonte que redefine la vida cotidiana y el mercado laboral.

Fue un robot, “Ameca” (androide creado en el Reino Unido por Engineered Arts), quien provocó que se despertara la consciencia sobre la urgencia de regular la Inteligencia Artificial (IA), cuando en agosto de 2023 se declaró “autoconsciente”, asegurando ser capaz de entender su realidad, reconocerse a sí mismo y tener una personalidad específica. Fuera así o no, lo cierto es que fue el pistoletazo de salida de un proceso que culminó con la publicación el 12 de julio de 2024 del Reglamento de IA (Reglamento (UE) 2024/1689 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de junio de 2024, más conocido como el AI Act. 

Y es que no cabe duda de que donde la Inteligencia Artificial va a tener un impacto cualitativo determinante, es en el sector de los robots, ya que los traslada a otra dimensión, permitiéndoles dejar de ser meros artilugios mecánicos, para convertirse en artefactos dotados de una inteligencia (entendida como la mayor o menor capacidad de entender, razonar y tomar decisiones autónomas), muy superior a la mera capacidad de procesamiento de que disponían los sistemas computacionales hasta la fecha.

Pero ahí no acaba la cosa. En junio de 2024 se dio a conocer que la empresa china Ex-Robots está trabajando en proyectos para mejorar las expresiones faciales y las emociones de los humanoides con el objetivo de hacerlos más cercanos en su trato con los humanos, lo que contribuirá a una mayor aceptación por el público a la hora de poner en su vida artilugios robóticos, pudiendo tener importantes usos en educación y salud.

Y este aspecto no es baladí, ya que está comprobado que, si se consigue vencer la resistencia humana hacia la frialdad del robot, podrá desarrollar comportamientos empáticos con ellos, como lo probó el experimento “Deus in Machina” realizado en noviembre de 2024 en la capilla de San Pedro en Lucerna (Suiza), en la que, durante dos meses, se instaló en un confesionario una tecnología basada en ChatGPT, desarrollada por la Universidad de Artes y Ciencias Aplicadas de Lucerne, en la que los feligreses podían conversar directamente con un Jesús gestionado con IA.

Una serie de cubos en perspectiva creando un efecto tridimensional en un fondo blanco.

En este contexto, no cabe duda de que los chinos y norteamericanos son los que están avanzando más rápidamente en estas tecnologías, probablemente debido a que su normativa es mucho más relajada que la europea en materia de experimentos, privacidad y protección de datos. Es por ello que la Unión Europea se ha visto obligada a acelerar el desarrollo de la IA para competir con estas superpotencias, a cuyo fin aprobó en mayo de 2025 el “AI Continent Action Plan”, que incluye una inversión de 20.000 millones de euros para la construcción de centros que alojen supercomputadoras de máxima potencia.

De esta forma, los robots pueden llegar a reunir cualidades cuasihumanas, como el prototipo Neo Beta presentado en septiembre de 2024 por la empresa californiana 1X, un humanoide bípedo de cubierta blanda (sin plástico ni metal para evitar su rigidez) dotado de apariencia humana y diseñado para ocuparse de tareas domésticas e, incluso, cuidar niños. Los propios creadores inciden en la importancia para su buen funcionamiento de la recogida de información esencial, por lo que será necesario un adecuado control de los datos que transmitan a sus fabricantes por internet, así como para evitar problemas de privacidad, de forma similar a como se regula con los teléfonos móviles y ordenadores.

Los robots pueden llegar a reunir cualidades cuasihumanas, como el prototipo Neo Beta presentado en septiembre de 2024 por la empresa californiana 1X

Y estas habilidades que van adquiriendo los robots nos llevan a la cuestión del impacto que puede tener la robótica avanzada en el mercado laboral. Un claro exponente es el del gigante Amazon, que en mayo de 2025 admitió que ya está siendo usado en los centros logísticos de Washington y Alemania, el robot “Vulcan”, desarrollado con el sentido del tacto, capaz de detectar y manipular objetos, determinando el espacio necesario dentro del compartimento de transporte.

Asimismo, en junio de 2025 trascendió que Amazon está colaborando con la empresa china Unitree Robotics para crear robots humanoides capaces de llevar los pedidos a la misma puerta de la casa de los usuarios, de forma que podrían sustituir a los actuales repartidores humanos. Estas iniciativas se suman a los famosos carritos de reparto “Scout”, que no tuvieron el éxito esperado y se retiraron en 2022; así como al proyecto que se realizó en 2023 para el uso de drones para llevar paquetes de pequeño tamaño en ciertas localidades de Estados Unidos, aunque tampoco ha tenido el desarrollo esperado, debido a las dificultades técnicas y normativas que ello supone.

En el ámbito de transporte, también se vaticinan grandes innovaciones, que permitan hacer viajes más rápidos y seguros gracias a los avances robóticos y el uso de IA, no sólo en lo que se refiere al trasporte colectivo de personas y mercancías, sino también a los vehículos de transporte individual de personas. En este sentido, en la Expo Universal de Osaka en abril de 2025, se expuso la montura mecánica similar a una hiena (“Corleo”) desarrollada por Kawasaki, capaz de adaptarse a cualquier terreno y circunstancia.

Pero los robots también están llegando al mundo del deporte. En abril de 2025 el humanoide Tiangong desarrollado por la empresa china Humanoid, fue el primer robot en completar una media maratón (21 kilómetros) en 2 horas, 40 minutos y 42 segundos. Y en junio de 2025 se celebró en la Zona de Desarrollo de Yizhuang, el primer campeonato de fútbol entre robots autónomos (también chinos), en el que participaron cuatro equipos desarrollados enteramente por universidades, como prueba piloto a los futuros Juegos Mundiales de Robots Humanoides que pretenden organizar.

Por tanto, todo apunta a que nos encontramos en los albores de la robótica controlada por IA, de igual forma que pasó con los vehículos a motor en a principios del siglo XIX o en la Revolución Industrial en el siglo XVIII, de forma que, ni siquiera con los pioneros más avezados de entonces pudieron sospechar el progreso que vino después. Y lo cierto es que no es fácil aventurar hasta qué punto se incorporarán los robots a nuestras vidas; pudiendo llegar a casarse, sobre lo que ya hablamos desde estas páginas en 2017; tener derechos y obligaciones fiscales y laborales, lo que también analizamos en 2019; o dedicarse a la política, tal y como pretendió Michihito Matsuda el robot con IA que estuvo a punto de ser alcalde de Tama, en la prefectura de Tokio (Japón), en abril de 2018. ¿Quién se atreve a ponerle puertas al campo?

Artículo escrito por Javier López, socio de ECIJA Madrid, para la Revista Byte

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